La Gran Plaza de Bruselas es espectacular en cualquier época del año, pero visitarla durante el mes de diciembre, en plena víspera navideña, es una experiencia excitante.Grand Place, Grote Markt o Plaza Mayor (cualquiera de estos nombres es correcto) es sin ninguna duda uno de los rincones más bellos de Europa.
La arquitectura de sus muy antiguos edificios, La Casa del Rey, La Torre y el Ayuntamiento, la colocan entre los lugares identificados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.Las autoridades municipales se han mostrado muy creativas durante la época navideña, pues para celebrar estas hermosas fiestas, atraer un mayor número de turistas y ofrecer a sus ciudadanos un espectáculo de calidad, lograron diseñar un novedoso show de luz y sonido, el cual presentan durante el mes de diciembre, cada noche a partir de las ocho.Esta maravilla de espectáculo convierte a la Gran Plaza en un crisol de colorido, formas y sonidos típicos de la época, que deleitan a quienes asisten a disfrutarlo.
La arquitectura de sus muy antiguos edificios, La Casa del Rey, La Torre y el Ayuntamiento, la colocan entre los lugares identificados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.Las autoridades municipales se han mostrado muy creativas durante la época navideña, pues para celebrar estas hermosas fiestas, atraer un mayor número de turistas y ofrecer a sus ciudadanos un espectáculo de calidad, lograron diseñar un novedoso show de luz y sonido, el cual presentan durante el mes de diciembre, cada noche a partir de las ocho.Esta maravilla de espectáculo convierte a la Gran Plaza en un crisol de colorido, formas y sonidos típicos de la época, que deleitan a quienes asisten a disfrutarlo.
Con música de fondo que puede variar desde una grabación de cantos navideña en la voz de Lucciano Pavarotti, hasta una Rapsodia al estilo de la banda Queens.Pero el juego de luces es creativo e innovador...Verdaderamente sorprendente por la gran diversidad de mezclas entre colores y formas navideñas; estrellas, copos de nieve, figuras abstractas multicolores que aparecen y desaparecen al ritmo de la música clásica o popular; instrumental o cantada, suave o intensa que retumba en la Plaza entre las viejas paredes de sus edificios adornados con foquitos multicolor, pinos y con nacimientos que te recuerdan el origen de esta fiesta milenaria.Puedes disfrutar este bello espectáculo desde uno de los muchos cafés al rededor de la Plaza y posteriormente, una vez que recreaste tu ánimo navideño, pasear por las calles aledañas visitando la March de Nöel (mercado de Navidad) que se extiende por varias cuadras, y así festejar una tradición europea que se ha mantenido inamovible e irremplazable, y que los belgas disfrutan año con año.
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