"Viajar es despegarte de tu mundo por un tiempo..."
El castillo de Edimburgo está ubicado sobre el núcleo de un volcán extinto. Pese a que el castillo ya existía en el siglo VI, muy poco se sabe acerca de su rol. Es por lo tanto importante recordar que Edimburgo no fue la capital de Escocia hasta el final de la Edad Media, antes de esa época, la capital estaba en el lugar en donde el rey y su corte se encontraban.
En el siglo XI el castillo se convierte en la residencia favorita de los reyes escoceses. Fue en este castillo en donde St. Margaret murió, poco después de enterarse de la muerte de su esposo, el Rey Malcolm III y su hijo mayor, en 1093. El edificio más viejo del castillo es la capilla y está dedicada a la memoria de St. Margaret, pese a que probablemente no fue construida hasta después de que su hijo menor, David I ascendiese al trono en 1124. Aparte de la capilla
Entre los años 1174 y 1186 el castillo fue tomado por una guarnición inglesa, a la que le siguió la captura del rey William El León en Alnwick y luego fue nuevamente tomado por los ingleses en 1296 e iba a cambiar de manos en varias ocasiones durante el transcurso de la lucha de Escocia por la independencia de la dominación inglesa.
En 1313 los escoceses demuelen las defensas del castillo porque no querían que fuese nuevamente tomado en su contra por los ingleses. En 1356 cuando el Rey David II regresó a Escocia del cautiverio inglés, comenzó a reconstruir las paredes del castillo y comenzaron a tener la forma actual.
David se concentró en construir una fuerte línea defensiva a lo largo del lado este, con una gran torre (después conocida como la Torre de David), para su residencia. Su sucesor Robert II continuó con este trabajo y agregó, en los pisos superiores, una torre de entrada en el extremo norte. Varios reyes mejoraron la residencia real dentro del castillo.
Es muy posible que una sala que James I hizo construir para él, al sur de la torre de David en 1430, estuviese en el lugar del posterior palacio. En los primeros años del siglo XVI, James IV completó una magnífica Gran Sala la cual tuvo que construirse sobre una sólida subestructura a lo largo del lado sur del castillo y fue probablemente él quien comenzó a darle a la parte sur del palacio la forma que posee hoy.
Alguna vez, el Castillo fue el principal almacén de la artillería real y en los años 1540s, fue un depósito para los registros estatales. En el año 1544 el Castillo de Edimburgo es atacado por los ingleses, pese a que no había sido seriamente amenazado, se decidió aumentar sus defensas inmediatamente y un ingeniero italiano fue el encargado de construir un bastión de artillería.
El significado político y militar del castillo comenzaba a tener más peso que su función como residencia real, excepto en caso de emergencia, y por lo tanto una residencia más cómoda y amplia se encontró para la realeza en la Abadía de Holyrood.
Después de 1647 el rol real del castillo casi desapareció. En 1650 las fuerzas de ocupación de Cromwell habían comenzado a convertir los edificios reales para su uso militar mediante la subdivisión de la gran sala para formar las barracas. Pese a que en 1672 parte del palacio fue condicionado como residencia oficial para el duque de Lauderdale como comisionado del parlamento escocés, la función principal del castillo era la de fuerte y barraca.
En los años 1720 y 1740 nuevamente se llevaron a cabo trabajos de reparación y reconstrucción de las paredes; y en 1742 una casa elegante se construyó para el gobernador al noroeste del complejo de edificios principales.
En 1796 extensas y nuevas barracas se construyeron hacia el extremo sur para albergar a los soldados que luchaban en las guerras con Francia. A comienzos del siglo XIX el rol del castillo comienza a modificarse por una creciente conciencia de su importancia histórica y de sus asociaciones románticas. Sir Walter Scott estuvo estrechamente involucrado en este cambio de actitudes.
Los trabajos de restauración más significativos fueron los de la Gran Sala y la Puerta Portcullis que tuvieron lugar en los años 1880s; mientras que, al mismo tiempo una nueva entrada se construía en el lado este del castillo, con vista al malecón. La última y más importante operación fue la construcción en los años 20 del Monumento Nacional Escocés a los Caídos en la Guerra.
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