Viajar es imprescindible y la sed de viaje, un síntoma neto de inteligencia.
Enrique Jardiel Poncela
Edinburgh es una hermosa y antigua ciudad escocesa, y aunque es de menor tamaño de Glasgow, Edinburgh es la capital de este reino.
Desde lo alto de la ciudad, en donde se encuentra el Old Town o su centro histórico se pueden observar bellos paisajes que llevan tu mirada hasta el Lago.
La ciudad es cariñosamente apodada Auld Reekie, que significa "Vieja Chimenea" o "Vieja Humeante" en escocés. Esto se debe a que durante los tiempos en que la leña y el carbón eran los únicos combustibles disponibles, todas las chimeneas echaban grandes cantidades de humo al aire.
Algunos llaman a Edimburgo la “Atenas del Norte”, por muchas razones. La primera es por su parecida topografía: el Old Town de Edimburgo juega un papel similar al de la Acrópolis. Las dos tenían tierra plana y fértil que se iba inclinando hacia un puerto a kilómetros de distancia.
Unos 320 millones de años atrás, el magma expulsado del manto por volcanes se enfrió y solidificó formando tapones volcánicos de basalto, después, durante la última Edad de Hielo, glaciares erosionaron el área, dejando al descubierto una peña de basalto hacia el oeste, y dejando un rastro de materiales hacia el este.
No hay comentarios:
Publicar un comentario